Mostrando entradas con la etiqueta Charla sobre.... Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Charla sobre.... Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de diciembre de 2010

El pan nuestro de cada día

¡Cómo no hablar de las arepas! Un alimento fundamental en la dieta de los colombianos, que tiene su origen en los pueblos indígenas y que luego se enriqueció con ingredientes traídos de España, hasta llegar a lo que hoy tenemos: tantas clases de arepas como regiones. La arepa está presente casi que en todas las comidas del día, así que nos hemos ido en búsqueda de los principales tipos que se consiguen en Bogotá.
 
La de chócolo o choclo
La de chócolo que se prepara con maíz dulce, tierno, extraído directamente de la mazorca y que se sirve doblada con un pedazo de queso por la mitad. esta arepa es delgada, dulce y la masa es blanda... ¡mmm, muy buena! Las mejores que he probado las venden en unos sitios en la carretera muy informales, cerca de Pereira, en la zona cafetera. Allí las hacen en hornos de leña y quedan deliciosas. En Bogotá se pueden encontrar en El Chócolo, una cadena de comidas rápidas con varios puntos en el norte del país.
       
Arepita boyacensee!
La boyacense. El ingrediente que le da el toque característico a esta arepa es la cuajada campesina a la que se le agrega harina de maíz, mantequilla, huevo y sal. Antes teníamos que ir a los pueblos de Boyacá a conseguirlas, hoy las encontramos en muchos puestos de la calle o tiendas de barrio. Tienen el tamaño perfecto, la masa es dulce y se complementa muy bien con la cuajada que lleva por dentro. ¡Son de las mejores! Y esto puede comprobarlo Paco que se come una de éstas casi todos los días.
  
Con chicharrón, yuca y maíz
La santandereana es de una región ubicada en el nororiente de Colombia y tiene ingredientes muy particulares. La masa, además del maíz pelado, tiene chicharrón de cerdo y yuca. Nunca lo hubiera imaginado. Esta arepa es seca, salada, se siente un poco el sabor a carbón y en Bogotá las encontramos en el Desayunadero de la 42, un lugar abierto 24 horas, ideal para ir después de la rumba (1), así que es una arepa que sabe muy bien en la madrugada.

Arepa è huevo
La costeña o la arepa de huevo. Muy reconocida en la costa atlántica de Colombia, como su nombre indica, es una arepa con un huevo frito por dentro. Se hace con harina de maíz y se fríe en aceite muy caliente. La preparación tiene dos pasos, el primero freír un poco la arepa, el segundo hacer una abertura e introducir un huevo crudo para cerrarla y freírla de nuevo. En Bogotá ya están siendo más populares y su sabor depende de la calidad del aceite donde se friten. La masa no tiene un sabor especial, el protagonismo está en el huevo.

La versátil
La paisa. Es una arepa que no sabe a nada, o mejor, sabe a lo que le pongan encima. Si no hay tiempo para hacer rellenos, con mantequilla y sal sabe muy bien. Los paisas acompañan todo con arepa: el desayuno, el almuerzo, la comida...Y como creo que esta arepa sabe mejor con relleno, vamos a hablar más adelante de un sitio que encontramos donde venden arepas rellenas bastante creativas y buenas. Por el momento les cuento que el lugar se llama La Milagrosa, porque parece que las arepas hacen milagros!
 
Y ahora me toca a mí, pero no sin antes pedirte una aclaración Liliana. Si como escribes "la paisa no sabe a nada", ¿por qué dices: "con mantequilla y sal sabe muy bien"? ¿Acaso sabe a nada con un toque de mantequilla y sal? jajaja. 

En cualquier caso, es cierto que, para un servidor, la arepa boyacense es la más buena. De hecho, le he compuesto una canción y todo. Bueno, lo que he hecho es cambiarle la letra a la canción que dice: "horchatera vaaalencianaaa...". Y queda del siguiente modo:"arepita boooyasenseee, con su queso y suuu cuajadaaa...". 

Por lo demás, considero que las arepas, además de un acompañamiento ideal para muchos platos, son un buen sustitutivo de las pizzas o los bocadillos, ya que, como ellos, pueden ser cubiertas o rellenas con una gran variedad de ingredientes, porque si hay que comérselas a palo seco...¡¡¡ufff!!! A excepción de la "arepita boooyasenseee", las demás pueden provocar un bolo alimenticio díficilmente asumible por la mayor parte de las gargantas. Ahí queda el aviso.
  
(1) Rumba: salir de rumba es salir de fiesta

EL CHÓCOLO (Arepa de chocolo y boyacense)
Dirección: Carrera 7 140-30 Local 105 Domicilios (57) (1) (2590251)
DESAYUNADERO DE LA 42 (Arepa santandereana)
Dirección: Carrera 14 42-06 Teléfono  (57) (1) (3201066)
CUCAYITO (Arepa de huevo)
Dirección: Carrera 4A 66-19 Teléfono (57)(1) 5401667
LA MILAGROSA (Arepa paisa)
Dirección: Calle 85 12-82 Teléfono (57) (1) 6180450

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Sí hay almuerzo. ¡Siga!

Toma corrientazo
La sopa nuestra de cada día
Si hay algo que define la alimentación de un país son los menús del día, corrientazos como se denominan en Colombia, sin que tenga este nombre nada que ver con una descarga eléctrica, jeje. Al fin y al cabo es manera más habitual de comer para la mayor parte de las personas a lo largo de la semana. Eso sí, a no ser que mamá te prepare un rico almuerzo o tengas tiempo como para cocinar decentemente.

¿Y cómo son esos corrientazos? Pues que sepáis que si no os gustan las sopas ya empezáis mal, porque todos empiezan con una de ellas, o en su defecto una crema de alguna verdura. Se podría decir que hay sopa hasta en la sopa. Entre las variedades se encuentran la sopa de pasta, de arroz, de plátano... Otro aviso. Espero que sea de vuestro agrado el cilantro. Aquí lo añaden por castigo.

¿Y luego qué toca? A elegir: carne (lo de llamar carne sólo a la de res es otro capítulo), pollo, pescado... Eso sí, una porción para pitufos normalmente. Todo ello con en un platito con arroz blanco, eso seguro, probablemente patatas o patacón (plátano verde chafado y frito), una ensalada (la gran asignatura pendiente en este tipo de menús), fríjoles (para la correcta expulsión de metano) y/o alguna otra cosa como ahuyama (calabaza), yuca... Las alternativas varían, pero del arroz blanco no os escapáis. ¡Ahhh!, si os gusta el picante y no sufrís de almorranas, regad las cosas con salsa de ají. Mmmm...

Todo ello lo podréis llegar con algún jugo de fruta o limonada. Y, si tenéis suerte, podréis disfrutar de un postrecito del tamaño de un dedal. Respecto a los precios, he visto corrientazos desde 3.500 pesos y hasta unos 10.000 pesos. Ahora bien, he leído que incluso se pueden encontrar por... ¡¡¡1.000 pesos!!! Haced cálculos.

Y para acabar... un par de cosas para reflexionar. ¡Dale rima! El servicio de estos menús es tan rápido que, normalmente, te encuentras con la sopa y el otro plato sobre la mesa a la vez. ¡¡¡Señores, calma, que se me enfría todo!!! Por otra parte, creo que este tipo de menús tan económicos no ayudan a que la gente se meta en la cocina. ¡¡¡Ohhh, qué lástima!!! No obstante, quiero subrayar, para no dejar lugar a dudas, que me gustan los corrientazos. ¿Por qué creéis que se me pone de punta el pelo de la cabeza? jajaja.

Ahora, con todos ustedes, Liliana, nuestra experta en corrientazos. Asegura que ha comido muchos, pero yo no me lo creo. ¡¡¡Si se come las hamburguesas con cuchillo y tenedor!!! 

Al detalle
Jajaja, no parece que te gusten los corrientazos... yo en realidad he probado una versión mejorada de ellos, que tiene los mismos ingredientes pero un poco mejor presentados; sobre todo al inicio de mi vida laboral cuando las opciones cerca a la oficina eran comida rápida o "menú ejecutivo" y yo prefería optar por la segunda. ¿Qué puedo decirte sobre ellos?... creo que tienen una sobreconcentración de carbohidratos, en la sopa y en el "seco" (lo que no es sopa) y esto produce una sensación de sueño con la que se tiene que luchar en la oficina en las horas de la tarde. Claro, debido a esto y a la creciente preocupación por la buena nutrición, en algunos lugares se han incluido mejoras como el "menú light" que no incluye carbohidratos y los reemplaza por frutas, mezcla que también me parece rara, porque te sirven un plato de carne de res o de pollo y unas rodajas de papaya y melón al lado. Ahh, y te faltó mencionar la flexibilidad en los menús diarios, y es que, generalmente, puedes cambiar algunos ingredientes, eso si con una ley de equivalencias ya predeterminada que dicta por ejemplo que la papa puede cambiarse por maduro (plátano), si no tomas sopa pueden darte un huevo, otro jugo, más papa o más maduro; pero nunca esperes que te den más carne.